jueves, 22 de mayo de 2014

Reflexiones para una estructura de aprendizaje más cooperativa

Encontrar un grupo con el que colaborar y en el que te sientas integrado no tiene precio. Esa sensación la experimento por ejemplo ahora con este MOOC pese a que estemos cada uno a lo nuestro, pero funciona en cuanto tengo que evaluar tres tareas y me siento partícipe de una misma sinergia, lo que hace que ponga cabeza en la valoración de las tareas de mis compañeros y compañeras y sienta que mi trabajo es importante para reflejar el suyo.
¿Qué aspectos de mi estructura de aprendizaje creo que puedo cambiar para hacerla más cooperativa?


Los trabajos en grupo dejan mucho poso en los alumnos que los llevan a cabo con seriedad y sentimientos muy encontrados en aquellos que fracasan o no son bien entendidos, quizá porque quedan en evidencia ante su grupo y esto es algo que hay que aprender a gestionar.
Los alumnos se muestran muy reticentes para trabajar en grupo. Son muy celosos de su propio trabajo y no quieren compartir ni las tareas ni el éxito. Por otra parte no tienen costumbre de repartir las tareas al principio y sienten una necesidad resolutiva demasiado imperante cuando tienen algo que hacer. Otra dificultad encontrada es la reticencia a dejar su grupo de amigos, sobre todo las amigas en el caso de las chicas. Confunden los términos de la colaboración y piensan que no pueden trabajar a no ser con una amiga o amigo íntimo.
Creo que mi estructura de aprendizaje se haría más cooperativa si en el aula se trabajase más el desarrollo interpersonal y grupal. Convendría establecer presupuestos o condiciones indispensables para la formación de los grupos, tales como la organización heterogénea por sexo o niveles de rendimiento, interés o diversidad cultural.
Igualmente sería muy interesante definir los criterios de evaluación de una tarea tanto para el trabajo realizado como para el funcionamiento del grupo como equipo de trabajo y habituar a los alumnos a percibir su trabajo como fruto de un esfuerzo individual y grupal. Considero que estos criterios de evaluación de mi estructura de aprendizaje pueden servir perfectamente como preguntas iniciales antes de programar cualquier tarea para los alumnos. Se trata de estar en la intención hasta conseguir que lo esporádico se convierta en habitual.

1 comentario:

  1. Abrir nuevos caminos y retos para nuestros alumnos, en su educación, que les ayuden a realizarse y hacerse más personas, es digno de aplauso y respeto. Los profesionales, compartiendo, trabajando en equipo y colaboración, podemos conseguir la motivación y el estímulo, para producir el cambio.
    Ánimo y felicidades, Elisa.
    Mercedes

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